Forma parte de Marbella, pero es como si no fuese Marbella. Se trata de una de las localidades con más personalidad de la Costa del Sol y, sin embargo, no tiene el título de localidad. Nos referimos a San Pedro Alcántara.
San Pedro es un lugar entrañable, un pueblo – pueblo, que tiene áreas residenciales, pero su casco urbano es genuino de Andalucía, con calles llenas de comercios pequeños, de bares, de las “tiendas de la esquina” de toda la vida, de calles peatonales, de gente auténtica…
San Pedro no tiene un término municipal propio, ni ayuntamiento, ni alcalde, ya que administrativamente pertenece al término municipal de Marbella, pero tiene lo más importante: una identidad.
Cuando paseas por sus calles te das cuenta que estás en un lugar que no es Marbella. No es ni mejor ni peor, tan sólo es diferente. Aquí no se respira tanto glamour ni lujo como en Marbella, aunque en su área haya urbanizaciones como Guadalmina con grandes y suntuosas villas, o campos de golf de renombre, como el Real Club Guadalmina. Lo que impera es el ambiente de un pueblo, de una ciudad pequeña, con su plaza, su iglesia, sus calles peatonales y el sabor de un lugar especial, acogedor.
Evidentemente, en San Pedro puedes encontrar de todo. No te hace falta ir al centro de Marbella porque San Pedro tiene su propio centro, dotado de los servicios y oferta necesarias para cubrir la vida diaria.
Si hablamos de su oferta gastronómica, esta es amplísima, desde el legendario restaurante Alfredo’s, El Cortijo de Ramiro o El Ancla hasta innumerables bares de tapas. Estupendas cervecerías como La + fría o múltiples chiringuitos de playa como El Guayaba Beach, que presume de ofrecer los mejores espetos de Marbella.
Para los extranjeros San Pedro Alcántara suele ser un tremendo descubrimiento, ya que es un lugar auténtico, un lugar para vivir y no tanto para estar de vacaciones. En él descubren todo el sabor español que, a veces, le falta a la cosmopolita Marbella.
A San Pedro Alcántara no le falta de nada, ni siquiera tener entidad de pueblo independiente de Marbella. En la práctica, lo es y lo bonito es que ambos se complementan a la perfección.
